Rumbo a sus 10 años, la Escuela de Talentos, es ampliamente reconocida, por su labor como semillero de artistas, intervención comunitaria y estar a la vanguardia, como modelo de inclusión y aprendizaje intergeneracional.
Una amplia cobertura mediática a nivel regional, ha tenido la Escuela de Talentos, en su camino a los 10 años de trabajo cultural comunitario ininterrumpidos; una iniciativa de artistas, profesores profesionales, gestores culturales y ciudadanos, quienes desde, la Agrupación Cultural El Maray, se unieron con un objetivo común, garantizar el derecho a la cultura, crear un espacio de formación cultural y poner a las artes en el sitial que se merecen.
Todo comenzó con el sueño de crear un espacio de formación artística, que la cultura cobrara vida; un lugar donde la comunidad se encontrara; una casa de todos y para todos. Poco a poco, fue tomando forma, y los Andacollinos le dieron vida, transformando una casa, en un hogar común, un lugar de inclusión, donde se valoran y respetan, la diversidad, donde son bienvenidas, las diferencias.
Andrea Campusano, fundadora y Directora de la Escuela destaca: ¡Es increíble que hayan pasado hace 10 años!!!, si parece que fue ayer, cuando nos reunimos, Gilbert Durán, Oscar Campusano, y varios destacados artistas y profesores, con la necesidad de formar un espacio cultural, ya que no existía en la comuna. La profesora, además recuerda: La escuela de talentos, ha permitido que niñas, niños, adolescentes, adultos y adultos mayores, hayan desarrollado sus capacidades artísticas, que hayan podido aprender, que les haya servido de terapia, y que ha sido un modelo de intervención cultural a nivel regional y también a nivel nacional.
Trabajo donde destacan profesores, monitores, profesionales, técnicos y apoyos, quienes comparten el mismo sueño, en busca del crecimiento personal, familiar y social, de niños, jóvenes y adultos.
Semillero de artistas, que canta, pintan, bailan, retratan, fotografían, interpretan, actúan, escriben y son protagonistas del presente y futuro de Andacollo. Un espacio de acogida y cohesión social, instancia que garantiza el acceso a las diversas expresiones de las artes y las ideas, desde un modelo educativo dialéctico y de carácter intergeneracional, donde personas de todas las edades, construyen conocimiento, compartiendo experiencias y aprendizajes significativos.
Gilbert Duran, responsable del proyecto destaca la Sala Multisensorial de la escuela de talentos, como un “paso real y concreto” de inclusión. “Mejor que decir es hacer y para nosotros, lo que realizamos con la sala, es muy importante, no solo porque brinda la posibilidad (de forma gratuita) de una atención terapéutica digna, para niños con diagnóstico especiales, sino que además porque aprendemos constantemente, a que, en materia de inclusión, sobran los seminarios y faltan las acciones”.